La llegada del Coronavirus ha transformado nuestras vidas por completo. Todo aquello que nos parecÃa normal se ha convertido en lujo: besar, abrazar, estar con los nuestros...
Los gobiernos del mundo entero se esfuerzan dÃa tras dÃa en proteger a la ciudadanÃa de esta terrible pandemia que parece imparable. Y cuando nos confiamos, nos intentamos adaptar, a esta nueva normalidad, parece que damos un paso atrás en la lucha contra el Covid19. ðŸ¦
Con todo este panorama, nos asaltan dudas, también sobre la vuelta al cole en septiembre. ¿Volverán los niños a clase? Y si lo hacen, ¿cómo será esa vuelta? ¿Podemos negarnos a llevar a nuestros hijos al colegio por su propia seguridad? ¿Tendrán que llevar mascarilla? ¿Cómo se les puede "supervisar" para que mantengan la distancia? ¿Y si vuelven las clases con cierta normalidad, pero nos vemos de nuevo confinados, o al menos, sin clases presenciales? ¿Cómo conciliar todo esto con el trabajo? ¿Serán más eficientes las clases online? ¿Y los niños de Educación Infantil, qué pasa con ellos? Desde luego, las dudas son muchas. Y el constante bombardeo de noticias que nos llegan, no nos aclaran nada. Más bien, nos causan todavÃa más incertidumbre y ansiedad. Las contradicciones son continúas. Un dÃa, te informan de que la vuelta al colegio se hará asà o asá, y al dÃa siguiente, parece que digan algo completamente diferente. Los gobiernos y los centros educativos intentan ser cautelosos a la hora de informar para intentar evitar confusión y sin embargo, parece que nos causan más temor y preocupación. 🤯
SÃ, será un curso diferente a todos los demás, atÃpico, sin duda. La conciliación laboral y familiar tiene ahora más valor que nunca.
Pero, ¿y los alumnos con necesidades educativas especiales o los alumnos con necesidades especÃficas de apoyo educativo? Su educación se verÃa gravemente afectada ante una suspensión de las clases presenciales. Y es que, a finales de marzo (debido al confinamiento), las clases online y tareas para casa se hicieron (en su mayorÃa) de forma genérica, adaptadas al alumno medio. ¿Y los niños con TDAH, con autismo (TEA), sÃndrome de Dawn, retraso en el desarrollo, altas capacidades, y un largo etcétera? ¿Qué pasó con su adaptación curricular? ¿Qué pasará, está vez, si se vuelve a repetir la situación extraordinaria que vivimos hace poco? El sistema educativo estará más preparado, dirás. Los gobiernos habrán tenido en cuenta a esos alumnos, pensarás. PermÃteme que lo dude. Seguimos inmersos en un sistema educativo y administrativo que se rige por la media. Esa media, que solo se la saltan para proponer y elaborar proyectos y leyes pensadas en la diversidad, que al final, queda todo reducido a unos cuantos folios teóricos. Porque, en la práctica, los alumnos con necesidades especÃficas de apoyo educativo suelen tener un apoyo insuficiente en el aula. Y los padres de esos alumnos lo viven a diario.
Sin embargo, para muchas familias, tener la oportunidad de educar desde casa ha sido revelador. Poder trabajar con sus hijos a su propio ritmo, para la mayorÃa, ha sido más que beneficioso. Entonces la gran pregunta de estas familias es ¿y si vuelven a suspender las clases pero el mercado laboral sigue su marcha "normal"? Ya no podrán adaptarse a las necesidades educativas de sus hijos y tampoco tendrán muchas opciones para hacerlo. Solo les queda confiar en el sistema educativo, que está vez, se les habrá tenido en cuenta, y que los alumnos con NEE y NEAE contarán con su adaptación curricular, también para casa. Seamos optimistas, aunque cuesta mucho.
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Para Didactison el confinamiento ha sido casi como un regalo. En el colegio, él ya contaba con una adaptación curricular, asà que cuando tuvo que estudiar desde casa, esa adaptación se mantuvo de manera más o menos eficiente. Poder estudiar a su ritmo, sin tener que escuchar una explicación durante 45 minutos, cuando él la entendió perfectamente en 2, ha sido muy reconfortante. Los niños con altas capacidades, a menudo se encuentran con "tiempo muerto" en clase mientras esperan que el resto de compañeros llegué a la comprensión de la materia que está explicando el profesor. Ese tiempo no resulta de provecho, pues se aburren o piensan en otras cosas que no están relacionadas con el tema, y se acaban dispersando, perdiendo el hilo de la clase. En casa, sà ha podido aprovechar este tiempo de forma más productiva y gratificante: o bien, pasando a la siguiente tarea (y tener más tiempo de ocio después), o bien, comentando lo que acaba de leer, por ejemplo.
Ahora queda por ver lo que septiembre nos deparará y si podremos afrontarlo.
Muchas gracias por el artÃculo. Mi hija tiene tdah. Para nosotros el confinamiento ha sido bastante complicado, ambos padres trabajando online, la niña no es nada autónoma para conectarse y hacer los deberes. Hay que estar encima siempre para conseguir algún resultado. Con todo esto las notas han sido mejor de lo habitual. Será para animarla... pero ahora ella dice que qué bien, sin estudiar casi y sin ir al cole saco mejores notas...
ResponderEliminarSolo la posibilidad de un segundo confinamiento y tener que estudiar desde casa me pone de los nervios...
No cabe duda de que la educación de nuestros hijos se ve muy afectada por la situación actual del Covid19. Con lo importante que es el horario y la rutina para los niños, sobretodo para los niños con TDAH, un nuevo confinamiento y la falta de una conciliación laboral real, dificulta mucho el dÃa a dÃa de las familias. Lo malo es que, volver a la 'normalidad' escolar, después de tanto paréntesis, tampoco resultará fácil a nuestros hijos. Pero somos madres y padres luchadores, y lo conseguiremos. Y nuestros hijos también!
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