El trastorno espectro autista (TEA) es muy amplio. Actualmente no se conoce su causa, aunque hay un fuerte componente genético. Es una afección de origen neurobiológico y de desarrollo que genera, a grandes rasgos, dificultades en la comunicación e interacción social, así como, dificultades en la flexibilidad de pensamiento y de conducta. Se manifiesta en la infancia temprana (generalmente antes de los tres años), y aunque dura toda la vida, un diagnóstico temprano ayuda a la posterior integración.
📌 Los principales signos de alarma son:
- no mantener contacto ocular o evitarlo
- poca flexibilidad en las rutinas
- retraso en el habla
- conductas repetitivas, como rituales, tics, etc
- fijación excesiva por los objetos que giran, como puede ser: la lavadora, ventilador, ruedas de los vehículos, etc
- sensibilidad inusual a los ruidos fuertes
- rabietas fuertes y dificiles de gestionar, que van más allá de las típicas de la edad
- ordenar o apilar objetos de forma compulsiva
Estos son solo algunos ejemplos de los rasgos más habituales de los niños con TEA. Presentar estos (o algunos) rasgos no significa necesariamente tener autismo. Hay otros trastornos y síndromes que comparten algunas características. La evaluación se debe realizar por un especialista, generalmente, neurólogo o psicólogo.
📝 En Instagram encontrarás pautas básicas para trabajar en casa con niños con TEA.
También hay algunas actividades para realizar con los niños con autismo.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Te ha parecido útil? Las sugerencias y experiencias son bienvenidas. Haz un comentario. 🦕